miércoles, 23 de mayo de 2012

Marea. Rivas 2012.



El 11 de mayo de 2012, ya en el metro hacia Rivas Vacíamadrid. Se puede denotar que quien viene a tocar no es alguien cualquiera. Las camisetas con calaveras abundan hacia la ciudad que mas rápido ha crecido en España los últimos veinte años. Como si fueran a copar las fiestas del sitio. La variedad de gente sorprende. Y es que cuando estos tíos de Berriozar reúnen a todo tipo de personas diferentes y los hacen corear a todos alguna de sus poesías cantadas algo bueno tienen que saber hacer. 

La afluencia es notable. Mucho más si tenemos en cuenta que en menos de 5 meses tuvieron repleto el Palacio de los Deportes. El auditorio Miguel Ríos, al aire libre, bajo un tiempo y temperatura perfecta, abarrota una gran multitud en su suelo, hacia el que cantará Kutxi. Incluso en las elevaciones de terreno detrás, fuera del recinto, la gente, pícara, se sienta expectante para poder disfrutar gratis del gran concierto.

Más de cuatro años que no los veía en directo. Desde “Las aceras están llenas de piojos”. Dado el largo parón que han tenido. Dado su ausencia también a festivales con gran pena para los amantes del rock. Y expectante ante la gira “En mi hambre mando yo” que tampoco me ha decepcionado. 
El disco destila rock´n´roll por todos los lados. Las letras en la línea poética a la que nos tienen acostumbrados o aun más si cabe. Los riff de Kolibrí geniales y potentes.

Kutxi sigue igual. Ya no bebe. O eso dice Coca-Cola light en mano. Pero eso tampoco lo desanima. Sigue pidiendo su paquete de tabaco al público. Sigue siendo el mismo. Sarcasmo hablando de libros, “aquella cosa rectangular”, y Lorca. Chistes por aquí, recital de poesía por allá. Vilipendios a Bruce Springteen. Aquel que haya visto la fuerza de este hombre arriba del escenario, el desparpajo, sabe de lo que hablo.

Y respecto al directo. Como siempre mágico. Media hora después de lo previsto. “Bienvenido al Secadero” clama al cielo. Y a partir de ahí empieza el rock. Con un orden de las canciones meticuloso en la mezcla de antiguos temas con los del disco nuevo, que surge perfecto para aquellos aun algo despistado en el nuevo álbum, y es que la calidad de las letras del poeta no son para menos, como para que a veces se tarden en poder seguir. El piña, denominado por Kutxi desde arriba del escenario como el segundo mejor cantante de rock, sigue cantándonos algunas, retrovisor atrás, canciones, e Iratxo “El duende del parque” fiel amigo de los Marea, nos brinda una colabo y ayuda en el mítico “Corazón de Mimbre”.

Así las cosas. La gira de presentación de “En mi hambre mando yo” marcha como de costumbre. A la perfección. Durante dos horas y media de fiesta Marea vuelve a hacerlo. Al final, como siempre. El grito Marea se oye por todo Rivas. Auditorio repleto. Conciertazo


RAÚL BARRON

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