viernes, 3 de enero de 2014

Entrevista a Miguel García Salvadores: "El stoner es la autenticidad del underground"

Al introducir las palabras "stoner rock" en el buscador del sabelotodo Google, la primera respuesta que encontramos nos habla de "un subgénero del rock y del metal con gran influencia del rock psicodélico de fines de los sesenta y principios de los setenta". Este género musical, caracterizado por el uso de tonalidades graves en sus guitarras y los tempos lentos está encontrando un claro repunte en la escena musical española e internacional en los últimos años, y para saber más de ello en Acordes de Plata conseguimos entrevistar a Miguel García Salvadores, guitarrista y portavoz de la banda stoner madrileña Woolly Mammoth Rebellion. (Enlace a su página de Facebook).

Buenas tardes Miguel, la primera pregunta es obligada. ¿Cómo definirías el 'movimiento' stoner en el que os ubicáis?

Mi definición de lo que es el movimiento stoner, como género y estilo de música, a título personal, y apartándome o diferenciando un poco de lo que cualquiera pueda encontrar en un rincón de internet, sería la autenticidad del hardrock y el underground, un sonido denso , áspero, y sin pretensión de decir nada. Todo queda expuesto, en una música que transporta a quién la escucha, bien a su propia “nube”, bien a cualquier otro lugar. Tal vez esto suene a una abstracción pretenciosa, pero son las mismas raíces las que lo hacen evidente.

Hablas sobre las 'raíces' del movimiento. ¿Dónde y en qué momento de la historia tendríamos que indagar para encontrarlas?

El stoner, como género en sí mismo y como subgénero, al igual que cualquier tipo de música al que nos refiramos, no queda delimitado por unas fronteras rígidas, aunque muchas veces se tienda a simplificar, no viene de una cuna para ir a morir a ninguna parte. Me gusta aclarar esto en primera instancia, pero evidentemente, las raíces están ahí, y el stoner bebe ante todo del hard rock underground de los 70 por un lado, y del rock psicodélico por otro. 

Hablemos de nombres y 'padres' en concreto.

Por poner ejemplos e ilustrarlo un poco, yo lo entiendo un poco como dos carreteras que han ido paralelas teniendo puntos convergentes, es decir, por un lado tedríamos a los inevitables padres Black Sabbath, Pentagram y grupos más pequeños que venían de la NWOBHM (Nueva ola del heavy metal británico), y por el otro camino, los descendientes del movimiento más cercano al blues, la psicodelia y los alucinógenos como Blue Cheer.

Los 80 fueron un vergel, y si las fronteras músicales siempre han sido difusas, esta década incrementó la tendencia. Personalmente, no se (ni quiero saber) el momento exacto en el que llegó el glam, la diversificación de la escena punk, ni quién fue el culpable de que un tipo escuchara “nosequecosa”. Para resumir un poco, lo que sí está claro, es que ya con un pie en los 90´, la industria se acercaba al barranco y había llegado el momento del rock alternativo y la cuna para lo que sería el stoner, cuna de Yawning Man, Kyuss o Nebula.


Woolly Mammoth Rebellion  - Fotografía Luis Montero


Una vez hemos divagado sobre las raíces, explícanos sobre las principales virtudes de este estilo. ¿Dónde es fuerte el stoner rock?

¿Dónde es fuerte? El stoner es fuerte en ser fuerte. El sonido es el pilar básico, no hablaríamos de escena de metal alternativo, hardcore o doom hoy día sin el fetichismo que estilos como el stoner han creado en los músicos. Amplis potentes, guitarras graves, muros de sonido y fuzz mucho fuzz para crear lo que venimos repitiendo y lo que nos encandila a todos, que es un sonido denso y áspero. Se podría decir por otra parte que es como un punk ralentizado, que no pierde agresividad, pero que a la vez puede transmitir un sosiego increíble. 

Quizás el tipo de sosiego que pueda proporcionar una variante del stoner como el 'doom' no es a la que el público generalista está acostumbrado.

Exacto. Cuento esto sin pensar que puede sonar a chino para quién no haya oído doom en su vida, pero solo hay que asomarse un poco para comprenderlo y apreciarlo. Desde mi condición en la que vivo esta música tan de cerca no puedo sino alegrarme de que de repente haya tantas bandas a día de hoy, veintitantos años después de Kyuss y que el entorno musical actual esté permitiendo que crezcamos y nos movamos.

Y a todo esto, ¿Cómo encaja la música de WMR en este esquema?

A día de hoy creo que encajamos en la escena en cuanto al sonido, los temas y el concepto que tenemos y que queremos dar a entender de nosotros mismos, es decir, no se puede negar que tenemos un sonido que autodefinimos como “áspero y descuidado” y de una contundencia decidida y pretendidamente stoner. 


Fotografía Luis Montero


¿Hay sellos que apuestan por esta música?

Así es. Aquí en Madrid, como primer escalón a completar en nuestra trayectoria hemos ido creciendo y gracias al público y a la promoción que ofrecen sellos como Peyote Producciones, con quienes trabajamos ahora mismo, se está creando un circuito cada vez más amplio de bandas y que da soporte a una continuidad de las mismas y a una proyección fuera de nuestras ciudades.  

Para finalizar, háblanos de las ambiciones de Woolly Mamooth Rebellion. ¿A qué aspiráis en un futuro?
Evidentemente estamos en un entorno underground, y en términos de proyección aspiramos al máximo que se pueda dar en esos términos. Lo importante es no dejar de hacer cosas, no dejar de moverse y ponerlo todo en lo que es en definitiva lo que quieres hacer.En cuanto al sonido, que ya he recalcado como tan importante en la escena, el trabajo nunca acaba y este está constantemente en evolución. Sé como sonamos ahora, sé que adoramos los fuzzes y el sonido analógico puro, y no sé a qué sonaremos mañana.

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